miércoles, 10 de noviembre de 2010

el tatu carreta

El Tatú Carreta


 Pertenece a la Familia Dasypodidae, unos mamiferos un tanto particulares, que se caracterizan por llevar una armadura sobre su dorso y su costado. Es una estructura bastante flexible auque paresca tener mucha rigidez.
Estos mamíferos pueden tener muchos tamaños, siendo el Priodontes maximus el mayor armadillo viviente.
Habitad:
Su hábitat la podemos encontrar en Sudamérica, al este de la cordillera andina, en los grandes territorios ocupados por el bosque tropical lluvioso. En la Argentina habita en la zona boscosa chaqueña, la selva misionera y en muy pocos recónditos lugares donde la vegetación se encuentra un poco virgen.

Tamaño:
De la Cabeza hasta la cola mide unos 150 cm a 160 cm, de los cuales aproximadamente 50 cm corresponden a la cola en el mayor armadillo viviente.

El caparazón de los armadillos es una excelente defensa contra sus predadores. En la parte media dorsal, estas piezas adquieren la suficiente movilidad para permitir el arrollamiento y extensión de su cuerpo. De esta manera pueden transformarse en una masa redonda y acorazada, en uno de cuyos polos guarda la cabeza, protegida a su vez, por las mismas defensas generales del cuerpo.

Su coloración es amarilla en los constados y más parda en la parte dorsal. Las manos tienen largas uñas de hasta 20 cm de longitud. Su cola llega a medir 50 cm, y al igual que las patas están cubiertas por pequeñas placas. El hocico es pronunciado. Las orejas y el escudete cefálico son notables pero no muy grandes. Sus patas son fuertes y musculosas. Los pies poseen uñas en cada uno de los dedos y no tiene nada de pelo

Habitos:
Es un mamifero casi solitario, solo se lo ve acompañado cuando consigue pareja. Viven aproximadamente entre 12 y 15 años. Llegan a la madurez sexual entre los 9 a los 12 meses. La procreación de una a dos crías, se gesta aproximadamente en cuatro meses. Viven en áreas de dispersión muy amplias.

Los Armadillos son unas de las familias de mamíferos más antiguas de Sudamérica y están representadas por numerosas especies, que cubren casi todo el espectro de hábitats del continente. El Tatú Carreta es el que los representa casi como un ser prehistórico, descendientes de una familia de estirpe del continente con antepasados gigantescos tales como los acorazados gliptodontes y los perezosos gigantes terrestres. Lamentablemente, por el hombre, este her edentado está a un paso de la extinción.

Viven en cuevas construidas con las poderosas garras de sus miembros anteriores que utilizan también para buscar su alimento, desenterrando larvas de insectos, bulbos y tubérculos, donde las plantas almacenan reservas, o abriendo los hormigueros y termiteros para capturar sus habitantes. Su dieta se completa con carroña, culebras y vegetales. Hace recorridas cotidianas de casi 3.000 metros buscando su alimento favorito.Posee de 18 a 24 dientes por cada mandíbula, y su lengua adaptada a tal fin con glándulas mandibulares especiales, con la función de segregar una sustancia viscosa que, al cubrir la superficie de la lengua, facilita la captura de los insectos.

Por su fuerza, cuerpo y su peso, que puede llegar a los 60 kg, corren agilmente igual cuando buscan refugio en una cueva ante el ataque de algún enemigo. Sus sentidos no están totalmente desarrollados, a excepción del olfato, que es especialmente agudo y juega un importante papel en la detección de sus presas. En cambio, parece que los dasipódidos, que carecen de papilas gustativas en la superficie de la lengua, no aprecian los sabores. La vista también no es perfecta y, como la mayoría de los mamíferos, estos animales no ven los colores por carecer de conos en la retina, pero es un hecho que no tiene demasiada importancia en los animales de costumbres nocturnas.

Es poco lo que se conoce sobre este casi prehistórico animal. Sobre los pocos ejemplares vivos que se pueden detectar, es complicado estudiar su comportamiento y hábitos. Su estudio anatómico es una consecuencia de autopsias realizadas sobre ejemplares que fueron secuestrados a traficantes ilegales y que se murieron en el traslado o cautiverio
El tráfico ilegal de este armadillo, es uno de los motivos que lo llevan a su extinción.

Causas de la disminución:
Es cazado para consumir la carne. Se lo captura para llevarlo a los zoológicos, museos, coleccionistas, o bien para ocupar el caparazón como caja de resonancia.
Su mayor y casi único depredador, es el hombre.
























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