martes, 21 de septiembre de 2010

La ballena

La ballena
Las ballenas están en continua amenaza bien sea por los golpes que reciben de buques o por el tráfico y comercialización. Además, como una consecuencia del cambio climático las rutas migratorias de las ballenas son alteradas por las variaciones de la temperatura del océano. Esto hace que algunas se pierdan en mar abierto o transiten por zonas desconocidas.
 

Las ballenas son mamíferos con un organismo adaptado a la vida marina. Son vivíparas, amamantan a sus crías, de sangre caliente, y con la necesidad de respirar aire, aunque pueden permanecer debajo del agua hasta unos 40 minutos. Cuando respiran, su aliento sale por la nariz, ubicada en la parte superior de la cabeza formando una especie de chorro hacia arriba. Su cuerpo es alargado con una cola cuyas aletas adoptan una posición horizontal (a diferencia de los peces). Su cabeza es ancha y aplanada, con una enorme boca provista de barbas. Sus barbas tienen como función filtrar el alimento, dejando pasar el agua y reteniendo sólo el alimento.  Los mysticetos presentan en la boca, en vez de dientes, pliegues córneos denominados barbas o ballenas.
 
  Tiene cría cada dos años y se amamanta unos seis meses, y busca para esto las zonas templadas. Tiene una sola cría, en algún caso excepcional, dos. Su longitud es de unos siete metros al nacer. Se consideran adultos a los 4 o 5 años. Viven en grupos, en zonas frías, y en los inviernos buscan aguas más templadas.
 Se alimentan de pequeños peces y de organismos del plancton.
 Son de gran tamaño, y es uno de los más grandes animales del planeta. 
La ballena franca austral  mide entre 12 y 16 mts. Es lenta, llega a pesar unas 50 toneladas; descansa inmóvil en superficie. Se acerca a la costa. Está dentro del grupo de los mysticetos o cetáceos con barbas, no presenta aleta dorsal, tiene un cuerpo robusto y su cabeza está cubierta con callosidades de color blanco, las cuales pueden estar habitadas por pequeños crustáceos. Son solitarias,  como la mayoría de las ballenas que conforman su familia y se las pueden ver entre el otoño y la primavera en Península Valdés (Provincia de Chubut, Argentina), donde llegan para aparearse y criar a sus cachorros. (Llegan allí unos 600 individuos de Ballenas Francas de los 4.000 que se considera que existen).
Desde 1992, la Fundación Cethus llevó a cabo estudios sobre el impacto de la actividad turística y de las gaviotas sobre la especie. Cethus integra la Comisión Honoraria "Monumento Natural Ballena Franca Austral" que contribuye a la conservación de esta especie.
 La ballena franca austral fue declarada Monumento Natural por Ley 23.094, y su actual población, distribuida en todos los mares del hemisferio sur de aguas templadas y subantárticas no supera los 4 mil individuos. 
 Esta  ballena tiene una cría cada tres años, siendo la edad de primera madurez entre 7 y 17 años. Las hembras alcanzan a los 13 metros de longitud  su madurez sexual, siendo ésta menor para los machos. Los ballenatos al nacer miden alrededor de 5 metros, y su peso es de aproximadamente  3   toneladas.  La gestación dura 12 meses y el ballenato es amamantado durante dos años.
Actualmente se puede realizar el avistaje de la ballena franca en  Puerto Pirámide, de mayo a diciembre, en embarcaciones.
El mayor peligro que enfrenta es la caza por parte de los buques balleneros piratas.




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